jueves, 4 de diciembre de 2008

Entrelazamiento comunicativo en Rafael Lozano-Hemmer


entanglement (entrelazamiento)

subescultura 6
2005
2 signos de neón, 2 interruptores de luz, 2 computadoras conectadas a internet.

183 x 38 cm (72 x 14.75 inches)


Entanglement (Entrelazamiento, 2005), del artista electrónico mexicano Rafael Lozano-Hemmer (ciudad de México, 1967) es una instalación que presenta dos rótulos de neón idénticos en los que se lee la palabra "Entanglement", cada uno de 180 x 40 cm. Los neones se colocan en dos espacios distintos, debajo de cada rótulo hay un interruptor de luz que lo enciende y apaga. Los interruptores están conectados entre sí a través de dos computadoras que tienen acceso permanente a Internet. Cada vez que alguien enciende un interruptor los rótulos de neón automáticamente se escriben e-mails y por lo tanto el otro neón se enciende al mismo tiempo, de tal forma que en un momento dado los dos están encendidos o apagados. A pesar de que los neones estén apartados uno del otro, nunca son independientes, están entrelazados. Entaglement es una obra interactiva ya que el neón se puede encender de repente sí alguien en el otro lado del mundo acaba de encender su copia[1].


“Entanglement” es un fenómeno de la física cuántica que describe la extraña propiedad de dos partículas subatómicas a comportarse como una sola. Este fenómeno se puede resumir en las siguientes palabras: es como si al darle un jalón a la oreja derecha, la izquierda también se moviera, eso sin importar cuan alejadas estén las orejas una de la otra. Este fenómeno aparentemente ocurre con partículas llamadas "fotones gemelos"[2]. Michel Maffesoli dice que “...no se manda bien a la naturaleza más que obedeciéndola”[3], y está obra refleja la naturaleza de las partículas subatómicas de las que poco conocemos y que obviamente no las vemos más que estudiándolas a profundidad, pero que sin embargo, existen y son parte de la esencia del mundo, de esta forma podríamos considerar Entanglement como una obra que refleja una parte esencial de la naturaleza. Así como las partículas son “fotones gemelos”, los neones también lo son.


En dicha obra Lozano-Hemmer está jugando con el espacio y con el tiempo. La manera en la que el espectador se desarrolla en un sitio museístico o artístico, es decir, el hecho de que la obra sea interactiva, nos está hablando de que el público debe manipular la obra de arte dentro de un recinto que ha sido considerado casi siempre como “espacio sagrado”. Por otro lado, la obra se encuentra expuesta en dos lugares alejados del mundo al mismo tiempo, sí en Japón alguien pulsa el interruptor, en México la obra se prende, y sí en ese mismo instante alguien está frente al neón y decide apagarlo, en Japón se apagará, creando así un juego de comunicación entre los habitantes del mundo.


Es interesante que la obra este constantemente conectada a internet y mandando e-mails, ya que está hablándonos entonces de la forma de comunicación por la que se rige el mundo actualmente. Sí, como asegura Buci-Glucksmann el tiempo global está “marcado por el fin de las grandes narraciones y por una lógica de la instantaneidad…del eterno presente…”[4], entonces Lozano-Hemmer está manifestando precisamente ese “eterno presente” del mundo y el tiempo global, en el que prevalece la comunicación instantánea sin importar la hora, en Japón puede ser de noche y en México de día, pero “el arte se caracteriza por su capacidad de trascender el tiempo, por una a-temporalidad muy a menudo simbólica” [5], y este tiempo a-temporal el que se encuentra en esta obra de Lozano-Hemmer.


Existe en esta comunicación instantánea “directa”, algo de “indirecto”, ya que, aunque suene contradictorio, la era de las telecomunicaciones en la que vivimos nos acerca unos a otros, pero al mismo tiempo nos aleja de la conexión comunicativa directa. El mandar un e-mail es una de las formas más rápidas e impersonales que existen para interrelacionarnos como seres humanos. Entanglement absorbe “lo efímero de un no se qué, que actúa como una captación del instante por el instante”[6], ese no se qué es lo fugaz de la comunicación contemporánea. Es decir, el público japonés tiene la posibilidad de estar en contacto con el público mexicano a través del interruptor, pero al mismo tiempo hay un mecanismo electrónico (una computadora conectada a internet) que actúa como mediador entre las personas y que por lo tanto obstruye hasta cierto punto la comunicación directa: “(el) tiempo suspendido entre el “hay” y el “no hay”…de los mundos efímeros de los que el arte intenta apropiarse”[7].



Para conocer más acerca de esta obra, consultar la página oficial del artista: http://www.lozano-hemmer.com/



[2] http://elentanglement.blogspot.com/, consultado el 28 de noviembre de 2008.

[3] Michel Maffesoli y Daniel Gutiérrez Martínez, En el crisol de las apariencias: para una ética de la estética, Siglo XXI, México, 2007, p. 160. p. 162.

[4] Christine Buci-Glucksmann, Estética de lo Efímero, Arena Libros, Madrid, 2007, p. 15 y 16.

[5] Ibid., p. 12

[6] Ibid., p. 25.

[7] Ibid., p. 12.

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